A medida que van pasando los días, cada vez me siento más integrado e incluso me han dado la oportunidad de pasar alguna prueba como el registro fonológico, y alguna parte del WISC como dígitos, claves, etc., siempre bajo la evidente supervisión de mi tutora. Lo cierto es que el departamento de orientación del centro lleva unas rutinas de trabajo bastante vertiginosas y amplias en cuanto a los ejes de PAPEA, PAT y POAP, en las etapas de EI, EP y ESO, pero, hilando con lo que Amadeo nos decía sobre la reflexión, creo que tengo delante de mí la fotografía del departamento de este centro. Quiero decir que muy probablemente, y por conversaciones con amigos que comparten la profesión de maestro en diversos centros (públicos, concertados y privados),y existiendo elementos comunes de funcionamiento y desempeño, en cada centro entienden la orientación de manera diferente. Y lo cierto es que son muchos los factores que provocan esta circunstancia: la visión de las familias, de los alumnos, profesores, equipos directivos y los propios orientadores con prismas diferentes en contextos y expectativas muy distintas. Y para mi sorpresa, como elemento común, encuentro que se "adolece" de la misma circunstancia (la misma de la que parte mi proyecto) que, sin ser algo prescindible, sino todo lo contrario, es de la reina que ocupa la mayor parte del tiempo en todas las etapas: la detección y evaluación de dificultades de aprendizaje. En este proceso se invierten infinidad de horas que derivan en una serie de informes y fichas de seguimiento que, parte de ellos, como son las orientaciones y pautas de actuación, acaban en las manos de las familias y los PT, que serán estos últimos los que tengan contacto con los alumnos para el trabajo diario. ¿Y entonces se ha de dejar de hacer? Pues evidentemente no porque hay que atender la diversidad y responder a las demandas de los alumnos, profesores y familias, pero genera una gran cantidad de sinsabores en el equipo a largo plazo. También que duda cabe proporciona satisfacciones, pero de la gran magnitud de proyecto inicial, la sensación es que se tienen resultados que abarcan a muy poca población escolar. Insisto una vez más, que es la fotografía de lo que yo veo, es decir, una visión absolutamente subjetiva y que no tiene que ser la realidad de otros, pero a mí me sirve para reflexionar. Entonces ¿cuál es la fórmula para que esa inversión de tiempo y recursos siga respondiendo a las actuales demandas pero ampliando su capacidad productiva? Parece una respuesta de economista en plena crisis (aquello de cambiar el modelo productivo en cuanto a no ser un país de solamente turismo y construcción, verdad?). Bueno, pues si yo fuera orientador de este centro, y tuviera capacidad de movimiento en o con el equipo directivo (fundamental para estas renovaciones), apostaría por los siguiente:
- Asesoramiento en innovaciones metodológicas, por ejemplo, en el aula como podría ser el aprendizaje cooperativo que permita la interrelación entre iguales y la tutorización entre alumnos, etc. ¿Cómo? Desde fuera pero también desde dentro del aula, modo coaching, para orientar desde la planificación conjunta de las actividades, el manejo de los tiempos, espacios y recursos. Trabajo por proyectos, rincones como en Infantil, utilización de las TIC, etc. Es decir, el asesor metodológico, investigando y aprendiendo conjuntamente con el profesor del aula.
- Asesoramiento en la detección de necesidades globales y concretas del centro: dificultades de aprendizaje (para concretar programas de recuperación, de mejora), relación con las familias, innovación, estrategias, etc. ¿Cómo? Consiguiendo que sean los propios docentes (y engeneral la comunidad educativa) como equipo, los agentes de cambio o activos, a través de propuestas y puesta en marcha.
- Asesoramiento en la formación que proporcione las herramientas concretas para la mejora y puesta en marcha de programas, que proporcione el éxito en los resultados y la satisfacción y motivación de los implicados. ¿Cómo? Haciendo partícipes desde el principio a las peticiones de los protagonistas, en todos los ámbitos (enseñanza - aprendizaje, orientación, acción tutorial), y cubrir así las inquietudes y frustraciones que se escuchan todos los días en cualquier sala de profesores, puerta de colegio, tutorías, aulas, despachos de dirección, etc.
- Orientación hacia diversificar las fórmulas habituales de trabajo. ¿Cómo? Impulsando proyectos como mediación, ecoescuela, escuela de familias (padres y madres), grupos de mejora, relaciones con instituciones externas (ayuntamiento, policía, centros de juventud, etc.)
- Muchas más...tantas como necesidades se vayan planteando...
En definitiva, ampliar los objetivos del departamento, y articulando los recursos del mismo para que en el entramado de su acción, sea partícipe todo aquel que esté implicado. ¿Ambicioso? Mucho. Tanto como compleja es la realidad.
Y en otro orden de cosas, no os he contado nada de TC, o de CE, pero no hay muchas más novedades en cuanto a que se continúan con las consignas y medicaciones dadas, con muy buenos resultados en su evolución estos días. Este post considero que ya es demasiado denso. Un saludo a todos.
Hola Fernando estoy totalmente de acuerdo contigo en que cada centro entiende la orientación, en mi opinión, desde el punto de vista de las demandas. Opino que desde un punto de vista más remedial que preventivo. Por ello comparto tu propuesta de orientación en una línea más preventiva, haciendo hincapié en ese asesoramiento formativo para proporcionar las herramientas concretas para la mejora y puesta en marcha de programas, que proporcionen el éxito en los resultados y la satisfacción y motivación de los implicados.
ResponderEliminarUn cordial saludo, ängeles
Gracias Ángeles
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